El
emprendedor desea materializar una idea que satisfaga las necesidades y deseos
de los clientes, a través de una actividad económica que llamamos empresa. El emprendedor
añade “valor” a productos o trabajos para determinados clientes, a través de su
organización. Esta podría ser la función básica de la empresa.
Elemprendedoreslapersonaquerealizalagestióndirectivadelosdiferentesrecursos
que se ponen en juego para crear la empresa, es el protagonista en el proceso
de creación de empresas. Su iniciativa, su creatividad, “su eficacia” y su
esfuerzo hacen posible la empresa, que ofrece productos y servicios, trabajo,
retribución al capital, etc. Crea “valor” para todos los interesados en ella.
Lacapacidaddirectivaodegestiónenlasgrandesempresasesunaprofesiónindependiente
de la propiedad (directivo profesional). En la Pyme la figura del gestor, del
propietario y del trabajador tienden a unirse en una sola persona, que
representa, total o parcialmente, los tres papeles. La gestión supone conocimientos
(aptitud) que pueden adquirirse desarrollarse, supone también voluntad(actitud)
para crear la empresa y, por último, supone disponer de los recursos necesarios
(poder). Este es el “triángulo del éxito” del emprendedor: saber, querer y
poder. Este triángulo se traducirá en decisiones (planes) yen conductas
(realización).
Podríamos
concretar la gestión del emprendedor en cuatro grandes actividades:
•
Análisis
•
Planificación
•
Realización
•
Control
El
análisis incluye el estudio de la situación presente, tanto fuera de la empresa
(entorno, mercado...) como dentro de ella (capacidades de él o de los
emprendedores). Interesa no solo conocer los hechos, sino también los cambios
previstos.
El
plan, basado en el análisis anterior, supone la toma de decisiones, tanto a
nivel global de la empresa (estratégicas) como a nivel más táctico u operativo
(planes de actuación).
El
plan desemboca en la realización, en la puesta en práctica, para alcanzar los
objetivos propuestos, con los costes y en el tiempo optimo, es decir, con
eficacia y eficiencia.
El
control o seguimiento de la actividad cierra el ciclo de gestión, viendo las
desviaciones entre el plan y la realidad, estudiando las causas y poniendo en
marcha, si es posible, acciones correctoras para poner en línea plan y
realidad.
El
estudio de las desviaciones debe hacerse de forma periódica y en algunos casos
especiales (por ejemplo, cuando se produzcan cambios fundamentales en la
empresa o en su entorno). Esta investigación nos llevará a la necesidad de nuevos
análisis y planificación, con lo que hemos cerrado el ciclo de gestión.[1]
Toma
de decisiones del líder en el modelo situacional
El
líder toma las decisiones con base a evaluar las necesidades de cada momento
aplicando un modelo de gestión del liderazgo situacional, el cual elige la
solución más acertada y utiliza la forma de liderazgo más útil, a fin de lograr
el objetivo planteado.
De
esta manera, las empresas y sus lideres aplican a cada trabajador una técnica o
estilo de liderazgo según a sus necesidades, pudiéndose adaptar a su entorno.
Esto es que, el modelo de liderazgo no puede ser el mismo ante un trabajador
que demuestre poco deseo de superación, inseguridad o falta de experiencia, a
que otro trabajador tenga un alto nivel de disposición, confianza y compromiso.
Es por
ello que, el líder debe elegir el adecuado nivel de desarrollo de liderazgo
situacional para cada situación de los empleados de la empresa:
Directivo: referido a la alta preocupación por las tareas en la
empresa, el cual el líder toma las decisiones en definir el qué, cómo y cuándo;
en donde se genera un desconcierto y temor entre los nuevos trabajadores de la
organización.
Persuasivo: referido a que el líder define las tareas y roles en
la organización, también solicita el feedback, ideas, sugerencias,
interrogantes del equipo de personas y premia sus avances.
Participativo: se tiene más interés por las personas y sus
relaciones laborales, el cual las decisiones y control se gestionan de manera
conjunta, en donde se tenga un mayor nivel de motivación y de responsabilidades
por parte d ellos trabajadores de la organización.
Delegador: aquí el líder identifica y evalúa el talento del
trabajador, motivo por el cual comienza a delegar tareas y acciones en su
equipo, dándose un alto nivel de autonomía para los trabajadores de la empresa.[2]
video de apoyo: https://www.youtube.com/watch?v=R_eNtRGzvcw
[1] chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://books.googleusercontent.com/books/content?req=AKW5QadhE0jMLzMb0AZWCMz9Vof0-uGm8NZg3-UKKae_T2TaGyhmN9gmSoB1BIZP2DvR9gjTGUy2_TmDgz-CLMBM39PxBiklP_TIUglDhWCkP_vvQvDVfCtGZGy9-4noTXX2znxL6Tm53e-hFXME4KdTrbmTHw7MNvw_l5P5O5keQ4UX_5Q7f-gsKGeWNTK2oqpBLxWicH2k4HAtG9oONeIoN_g3Os302v-FvZ7HRqTnTOVgaVuJQaSceSyiRpAONYIU17Drtf9NqE3jjHYzRp9beK5Ng5yo6Q
[2] chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/file:///C:/Users/USUARIO/Downloads/2226-Texto%20del%20art%C3%ADculo-8784-1-10-20220525.pdf
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