En esta clase los educandos
tendrán un panorama sobre el manejo de la economía global.
Relación, con esta habilidad el estudiante relaciona el comportamiento de la economía nacional con respecto a las directrices marcadas por la economía global.
Fortalecer: el conocimiento sobre el desarrollo económico del país y la región.
Actividad 1: saludo, toma de lista y presentación del
docente. El docente
verifica la asistencia. Duración: 5 minutos
Actividad 2: Sondeo de conocimientos previos, pregunta
socializadora Duración: 5
minutos Los
estudiantes con sus palabras ambientarán su conocimiento sobre la economía
global. Actividad 3: Afianzando conocimientos Duración: 30 minutos En este
espacio el docente comparte su material didáctico. Para estas empresas, la cooperación con
otras de su mismo tamaño o superior se constituye como una alternativa
estratégica, que les permite aprovechar las ventajas competitivas de las
empresas con las que se asocian, tanto si esos acuerdos son de tipo
horizontal como vertical. Si estos acuerdos se realizan entre un gran número
de empresas, se va tejiendo un entramado de relaciones que se enlazan hasta
crear redes compactas. Estas redes interorganizativas se desarrollan
normalmente en un ámbito geográfico concreto limitado, formando clusters. El entorno empresarial actual ha
experimentado un giro cualitativo desde finales de la década de los 80,
habiéndose vivido grandes cambios como la apertura de los mercados, la
aparición de una verdadera competitividad global, la desregulación
generalizada de los sectores económicos y una abundancia de capital
disponible. Se han experimentado las ventajas y los peligros de una economía
verdaderamente global, al mismo tiempo que se ha entrado plenamente en la era
de la información, aunque más que en la era de la información, se puede decir
que se ha entrado en la era de los datos, uno de cuyos retos más importantes
es, precisamente, encontrar los datos adecuados para procesarlos y
convertirlos en información para tomar decisiones. Los avances en
las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) han modificado en
gran manera las posibilidades de hacer negocio más allá de las tradicionales
limitaciones de espacio y de tiempo. Las TIC están cambiando a gran velocidad
la forma de trabajar, de comprar, de hacer negocios y de comunicarse (Nadler
y Tushman, 2000). Todo esto está llevando a una situación en la que el cambio se ha convertido en parte inherente de la empresa, pero no se trata del cambio por el cambio, sino del cambio que permita seguir generando valor y conseguir crear, mantener o potenciar las ventajas competitivas. Lo más importante es la velocidad de este cambio, que se acelera rápidamente. Más concretamente, la vida útil de los productos, los procesos y las tecnologías de distribución se ha reducido a un ritmo muy elevado. Esto está obligando a las empresas a: competir
e innovar simultáneamente en múltiples ámbitos y en marcos temporales
superpuestos; y encontrar
formas creativas de diseñar y poner en práctica nuevas arquitecturas
organizativas en menos tiempo del requerido por los procesos actuales, sin
sacrificar las ventajas tradicio-nalmente derivadas de una buena
planificación y una adecuada participación. El reto de las empresas ante este nuevo
entorno es diseñar arquitecturas organizativas flexibles y adaptativas, que
les permitan actuar eficazmente en un entorno inestable e incierto. La
capacidad de configurar una organización que garantice la permanente y
rigurosa percepción de los cambios del mercado va a convertirse en una de las
capacidades esenciales que distinguirán a los líderes de los rezagados.esto
pasó con el sector económico y productivo del país con la vigencia de la
apertura económica de 1991. Como se ha introducido anteriormente, el entorno económico actual está caracterizado principalmente por una competencia global, rápidos desarrollos tecnológicos, ciclos de vida del producto cada vez más cortos, consumidores cada día más exigentes y cambios en las estructuras organizativas de las empresas (OES, 2003). En este contexto, las economías avanzadas están convirtiéndose en las llamadas economías del conocimiento. Las empresas en general, y las PYME en particular, están tomando conciencia de la importancia de conceptos tales como conocimiento, habilidades o competencias, para asegurar su competitividad en este entorno. Se considera que una economía basada en el conocimiento es aquella en la cual la generación y explotación del conocimiento se ha convertido en parte predominante en la creación de riqueza (DTI, 1998). Esto implica la explotación y uso del conocimiento en todas las actividades productivas y de servicios, y no únicamente en aquellas clasificadas como de alta tecnología o intensivas en conocimiento. El conocimiento ha sido siempre importante, pero en los últimos años ha adquirido una importancia mayor, debido fundamentalmente a cuatro factores (DTI, 1998): El
desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), que
permiten una circulación de la información y el conocimiento en cantidades y
velocidades inimaginables hace unos años. El
incremento en los avances científicos y tecnológicos, los cuales se difunden
más rápidamente por el motivo anterior. La
competencia global, la cual ha llevado a abrir nuevos mercados y a poder
establecer nuevos tipos de relaciones. El
cambio en la demanda de los consumidores, los cuales demandan otros
productos, incide más en factores como la calidad, la personalización, el
compromiso medioambiental, etc., lo cual lleva a las empresas a la necesidad
de reducir su dependencia con los componentes físicos de la producción,
dándole mayor importancia a los activos intangibles y a factores como la
innovación. Estos cambios
están implicando modificaciones en la forma en que las empresas compiten, así
como en la forma en que se organizan. Cada vez es mayor la importancia de la
innovación, de los desarrollos tecnológicos, de la gestión del conocimiento y
del capital humano. Todo esto lleva a nuevas formas de trabajo en las que se
busca aumentar las ventajas competitivas de las empresas, a través de la
adquisición de nuevas competencias. En este sentido, las nuevas teorías del crecimiento establecen una clara dependencia entre el crecimiento económico y el grado de acumulación de capital físico y humano, definido éste por los niveles de conocimiento, habilidades y competencias (OCDE, 2001). Las habilidades y competencias requeridas en estas economías ya no son únicamente las de naturaleza técnica, sino que van adquiriendo importancia las de carácter social y organizacional, las cuales permiten al personal de las empresas trabajar en entornos más fluidos e interactivos.[1] Video: https://www.youtube.com/watch?v=VYWO8TdamoI
Se analiza en clase. En este
momento el alumno expresa sus inquietudes, hace sus propias valoraciones
sobre el tema. Duración: 10
minutos Quiz
Duración 5 minutos
Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=VYWO8TdamoI Recuperado de:
https://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0250-71612007000100007&script=sci_arttext&tlng=en |
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