INSTITUCIÓN EDUCATIVA GUADALUPE
REALIMENTACIÓN:
PLANEACIÓN DE CLASE
FORMATO CLASSROOM
EMPRENDIMIENTO |
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Mi proyecto de vida |
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Grado 8° |
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Periodo 1/ Clase 4/ |
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TÉCNICA: |
Observación |
INSTRUMENTO: |
Diálogos, asambleas y puestas en común |
PREGUNTA PROBLEMATIZADORA
O SITUACIÓN PROBLEMA: |
¿Por qué es importante el cliente en el
crecimiento de un negocio? |
TIEMPO DE
EJECUCIÓN DEL EVENTO EVALUATIVO: |
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Estudio de
Caso /
Arturo Calle |
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INICIO 5 minutos |
Al comienzo de la clase se platica
sobre la importancia de conocer historias de emprendedores que han dejado un
legado en la sociedad y la economía del país. Se Reflexiona sobre la
importancia del estado de conciencia plena en las sesiones de clase, en el
aula se aclaran dudas y se instauran las normas de comportamiento, además se
hace el listado de alumnos. |
DESARROLLO
40 minutos |
La
historia de Arturo Calle, comenzó a tejerse hace más de 70 años, en el
barrio Manrique de Medellín. Allí nació Arturo Calle el 13 de agosto de 1938.
Con tan solo diez años de edad este paisa ya se había convertido en un
experto vendedor de frutas, hortalizas y flores en la plaza de mercado en el
barrio Robledo en Medellín. 'Por
esa época mi madre, mis nueve hermanos y yo vivíamos en una casa campestre
ubicada en los Altos de Robledo. Este servidor era el encargado de vender
todos los alimentos que allí producíamos en el mercado, e incluso los vecinos
me buscaban para que les ayudará a comercializar los suyos. De esta manera
apoyé a mi madre desde muy niño con los gastos del hogar', señala Arturo
Calle. Su juventud fue la consolidación
de su audacia y sagacidad, el ahora empresario recuerda con cariño que su
familia le auguraba un futuro promisorio gracias a su templanza y espíritu
visionario, y no se equivocaron al dar este concepto. Desde entonces, los negocios
siempre hicieron parte del ADN de Arturo Calle y a medida que crecía,
aumentaba su interés por involucrarse en diversos sectores de la economía.
Fue así como logró vincularse como mecánico industrial a Hilanderías Pepalfa,
una fábrica dedicada a la confección de medias, que podría definirse como su
primer contacto con la industria textil. En este mismo escenario, nació su
sueño de ser independiente, un ideal que lo motivó a ahorrar casi la
totalidad de su sueldo durante dos años y medio. “Nunca
aspiré a ser un empleado más, quería ser independiente y todo aquel que tenga
la misma ilusión lo puede lograr a base de esfuerzo y de mucho ahorro” Pero fue en Bogotá, en donde
encontró su verdadera vocación, la cual lo marcaría para toda la vida. Luego
de trabajar de domingo a domingo en un almacén de camisas en el sector
comercial de San Victorino, Arturo Calle adquiere -en 1966- el suyo propio denominado
“Danté” y ubicado en el mismo sector en la calle 13 con carrera 14. Este primer almacén de 8 m2 le
costó 17.000 pesos de la época, dinero que recaudó gracias al capital
ahorrado y a un préstamo de $4.000 pesos, que según recuerda, es la única
deuda que ha adquirido en su vida. El empresario viajaba
periódicamente a la ciudad de Pereira en búsqueda de fabricantes que hicieran
las prendas formales que luego comercializaba en su primer punto de venta.
Sus habilidades como comerciante y la calidad de sus productos atrajeron
nuevos clientes, lo cual facilitó la apertura de un segundo almacén “Danté” a
pocas cuadras del primero. Al cabo de 2 años Arturo Calle
adquiere un tercer almacén (contiguo al de la carrera 10) y gracias a la
sugerencia de uno de sus clientes, decide ponerle su nombre, ARTURO CALLE,
tendencia que luego emularon otros diseñadores de la industria de la moda en
Colombia. Este hecho da inicio oficial a una de las compañías más prósperas
del país, que hoy celebra 50 Años de historia y evolución. Para ese entonces, Arturo Calle,
compraba sus productos a los fabricantes existentes pero el mercado era muy
limitado puesto que no se podía innovar en el diseño, ofrecer mejores precios
y decidir directamente el grado de calidad y diseño de las prendas. Fue así como el empresario vio la
necesidad de surtir sus propios almacenes. Por ello, decidió fabricar
directamente sus productos forjando una alianza con empresas de manufactura y
confección que evolucionaron y que en la actualidad son CO&TEX, FRAC y
Baena Mora. Esta sinergia le ha permitido a ARTURO CALLE garantizar a sus
clientes la mejor relación calidad precio; característica que, sumada a un
buen servicio, ha sido determinante para el éxito comercial de la firma. De hecho, su pasión por brindar
al cliente una atención excepcional, lo llevó a implementar desde los inicios
del negocio, el servicio de sastrería, que sigue siendo uno de los valores
agregados de la marca de cara a sus consumidores. Un legado social Desde muy joven, Arturo Calle
comprendió el deber que tiene cualquier ciudadano en la construcción de una
mejor sociedad. “Mi madre me enseñó el valor de la solidaridad. A menudo,
ella llegaba a casa con la mitad del mercado porque repartía gran parte de lo
que había comprado entre los pobres que encontraba en el camino”, señala
Calle. El ejemplo de su madre y su
visión del mundo, llevaron a este empresario a invertir en lo social desde
temprana edad, labor que se formaliza en 1981 con la creación de la Fundación
ARTURO CALLE, a través de la cual se ofrece respaldo a iniciativas que fomentan
la educación, la salud y la adquisición de vivienda propia. Hoy en día, la
firma apoya a 200 fundaciones mensualmente.[1] |
CIERRE 10 minutos |
Se propone una actividad
que dé cuenta de lo visto en clase y pueda ser utilizado como evidencia En lo posible se termina la
clase con un evento evaluativo, se aclaran las dudas que le hayan quedado a
los estudiantes. Importante saber qué
expectativas generó en el educando la clase, retroalimentarse para mejorar. |
Recursos |
Material de apoyo: https://www.youtube.com/watch?v=XAA2zokNs-s
|
[1]
Recuperado de: https://www.arturocalle.com/historia?srsltid=AfmBOormvhNj07rZ58vnLgxpUqVCbWfOWMngptAFHyam55EhFS7ZB_cx
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